Nos abre el paladar. No busca ser una tasca más. Es una forma de entender nuestra gastronomía desde dentro para ofrecérsela al mundo. Recuerdos de infancia, sabores rescatados, aromas conocidos que marcan nuestro carácter. Nuestra taberna andaluza nos invita a disfrutar las primeras horas de Antojo, y llegar a la noche probando una selección de la cocina tradicional de la tierra con una carta de vinos pensada para estimular al máximo los cinco sentidos.


Directos de la cocina tradicional andaluza. Platos diseñados desde dentro de los hogares de cualquier pueblo blanco de nuestra extensa tierra. Productos de la huerta, del campo, con sabor propio. No dejará indiferente ningún paladar.